martes, 27 de mayo de 2014

FACTURANCION HIDRAULICA

La facturación hidráulica, fractura hidráulica o estimulación hidráulica (también conocida por el término en inglés (fracking) es una técnica para posibilitar o aumentar la extracción de gas y petróleo del subsuelo. El procedimiento consiste en la perforación de un pozo vertical en el cual, una vez alcanzada la profundidad deseada, se inyecta a presión algún material en el terreno, con el objetivo de ampliar las fracturas existentes en el sustrato rocoso que encierra el gas o el petróleo y que son típicamente menores a 1 mm, favoreciendo así su salida hacia el exterior. Habitualmente el material inyectado es agua con arena y productos químicos, cuya finalidad es favorecer la fisuración o incluso la disolución de la roca.
Se estima que en 2010 esta técnica estaba presente en aproximadamente el 60 % de los pozos de extracción en uso.Debido al aumento del precio de los combustibles fósiles, que han hecho económicamente rentables estos métodos, se está propagando su empleo en los últimos años, especialmente en los Estados Unidos.
Los partidarios de la fracturación hidráulica argumentan los beneficios económicos de las vastas cantidades de hidrocarburos previamente inaccesibles, que esta nueva técnica permite extraer. Sus oponentes, en cambio, señalan el impacto medioambiental de esta técnica, que incluye la contaminación de acuíferos, elevado consumo de agua, contaminación de la atmósfera, contaminación sonora, migración de los gases y productos químicos utilizados a la superficie, contaminación en superficie debida a vertidos, y los posibles efectos en la salud derivados de estos peligros. También se han producido casos de incremento en la actividad sísmica, la mayoría asociados con la inyección profunda de fluidos relacionados con el frackingen el subsuelo
Por estas razones, la fracturación hidráulica ha sido objeto de atención internacional, siendo fomentada en algunos países mientras que otros han impuesto moratorias a su uso o la han prohibido. Algunos de estos países, como Reino Unido, recientemente han levantado su veto, optando por su regulación en lugar de una prohibición total. La Unión Europea se encuentra actualmente comenzando a regular la fracturación hidráulica.

MINAS DE URANIO EN SALAMANCA

El creciente aumento en la demanda mundial de los metales, fomentada por las operaciones especulativas de los grandes inversores a nivel internacional, ha disparado el interés de las multinacionales del sector por un nuevo tipo de formas de explotación de los recursos muy poco respetuosas con el medio ambiente.

La minería a cielo abierto remueve la capa superficial del terreno para hacer accesibles grandes cantidades de mineral de baja ley, que en el pasado fueron considerados como no rentables por su escasa proporción de mineral de calidad. En un corto período de tiempo puede modificarse totalmente la orografía de una zona haciendo rentable en los mercados debido a las actuales circunstancias la explotación de unos pocos gramos de mineral por tonelada de roca procesada.
Los procedimientos empleados, muy contaminantes, utilizan inmensas cantidades de agua y sustancias químicas de elevada toxicidad, comprendiendo diversas etapas que ocasionan impactos ambientales concretos durante: (a) La prospección y explotación de los yacimientos, (b) La preparación de las minas, (c) La explotación minera y (d) El posterior tratamiento de los minerales obtenidos a fin de obtener una producción rentable para su comercialización.
La minería a cielo abierto dispara los beneficios de unas pocas corporaciones transnacionales, pero supone un perjuicio más que evidente a nivel social, enfrentando a las poblaciones y ambiental, por los graves riesgos que entraña para la salud humana y el entorno natural.